Uno de los aspectos a tener en cuenta en el proceso de fabricación de un disco es el formato en el que se va a producir. Cuando prima la imagen externa, el diseño, y además queremos que destaque de lo habitual, el digipak es uno de los formatos más utilizados.
Los digipaks son un estuche/portafolio, normalmente de cartón, cuyas tapas se abren como si fuera un libro (es desplegable). Lo que marca la diferencia de este formato con el resto es que se puede imprimir sobre toda su superficie, consiguiendo así diseños originales y llamativos que destacan sobre el formato más corriente, como es el jewel box. En su parte interna el digipak tiene una o varias bandejas plásticas, o bolsillos, capaces de mantener sostenido el disco (insertándolo) en su interior. Por lo general los digipack se despliegan en díptico, es decir, las solapas se abren como libro para leerlo; pero también hay ocasiones en que se abren en tríptico cuando el producto es especial o distinto de lo convencional y trae por ejemplo, 2 CD de audio + 1 DVD.
El digipak es un de los formatos más demandado para producciones de CD audio por ser menos común y por su acabado de calidad. Un DigiPack puede ser de 2, 3, 4 ó más cuerpos, incluyendo una o varias bandejas transparentes, y a su vez podemos incluir libreto y terminación en plastificado mate como opcional.